viernes, 27 de abril de 2012

Introducción al tema.

La dispersión de semillas es uno de las etapas más importantes para las plantas, ya que de este depende el ciclo de vida de la especie, por que permite el transporte y liberación de individuos fisiológicamente independientes a la colonización de otros espacios o competir con sus propios padres si las condiciones del ambiente le son favorables para su desarrollo (Willson, 1992). También es un componente que incide demasiado en la dinámica natural de los bosques tropicales, ya que influye en las etapas iniciales de reclutamiento de nuevos individuos para la disposición y estructura en una población (Terborgh 1990, Sánchez- Garfías et al. 1991, Sinha & Davidar 1992). La regeneración de un bosque depende de la capacidad de dispersión de las semillas y estas ala condiciones de hábitat a las que van llegar, pueden ser o no parte del proceso de regeneración. Dentro de este proceso de regeneración, especialmente en la etapa de producción y diseminación de semillas, la formación de microhábitats abiertos (denominados claros) cumple un papel muy importante en la distribución de semillas en el bosque (Mostacedo, 2001). Existen diferentes tipos de dispersión de semillas, esto depende de las zonas y la coevolución que han tenido con las plantas. Investigaciones han determinado que las semillas dispersadas por el viento (anemócoras) llegan en mayor número a los claros, al ser favorecidas por los movimientos del aire, la de presión y temperatura. Sin embargo, las semillas con otras formas de dispersión, como las autócoras y zoócoras, parecen ser poco influenciadas por los claros (Loiselle et al. 1996).

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